Cómo evitar la trampa del "Más de lo mismo"

Si bien que los seres humanos somos los artífices de nuestra realidad y, por lo tanto, de nuestras situaciones problemáticas y disfuncionales, podemos también, dentro de ciertos límites, orientarla hacia direcciones funcionales y positivas.
Existen formas mediante las cuales nosotros construimos las trampas en las que posteriormente caemos y de las que después no podemos salir solos. Sin embargo, cuando el problema construido no ha llegado a una complicación y rigidez de persistencia excesiva, es probable que no se requiera el acompañamiento exhaustivo de un experto sino que será suficiente el aprendizaje de técnicas eficaces de resolución de problemas que pueden ser facilitadas por un problem solver profesional, de modo a permitir que la persona o la organización (que obviamente está compuesta por personas) inicien un proceso de self-help (auto ayuda) basado en avanzadas técnicas de comunicación y de problem solving estratégico.
Podemos considerar que la trampa del “más de lo mismo” se materializa en las soluciones intentadas disfuncionales que ponemos en práctica de una forma repetitiva y muchas veces insistente, en determinadas situaciones, porque no nos damos cuenta de ello, porque no se nos ocurre una otra forma de reaccionar a esas situaciones o porque se trata de soluciones que han sido eficaces en situaciones similares anteriores. La experiencia demuestra que las soluciones intentadas disfuncionales son exactamente aquello que normalmente mantiene o empeora la situación problemática.
Como decía el sagaz Orcar Wilde: “A menudo, con las mejores intenciones, obtenemos los peores efectos”.
Dicho esto, se puede entender que el paso preliminar en cualquier intervención que pretenda facilitar el inicio de un proceso de self-help (ya sea en el ámbito individual o en el colectivo, organizacional en general o en la más compleja estructura empresarial) es observar y descubrir cuáles son las tendencias de nuestras reacciones que se repiten en el tiempo.
El paso siguiente, a trabajar con la ayuda del problem solver y aplicando técnicas específicas, es intentar incrementar las posibilidades de elección, es decir, descubrir las alternativas idóneas a los guiones disfuncionales redundantes, trabajando en el desarrollo de la creatividad, apoyándose en las técnicas desarrolladas para este fin.
Como todos sabemos “una cosa conduce a otra” y muchas veces vivimos los problemas con un sentimiento de impotencia porque los percibimos como insuperables en su complejidad o, en otros casos, cuando tenemos varios problemas relacionados entre sí nos parece imposible resolverlos porque son demasiados.
En estas situaciones, debemos proseguir utilizando la estratagema de “dispersar las tropas del enemigo para atacarlas en pequeños grupos y tener así siempre ventaja sobre ellas”. En otras palabras, lo que se pretende es encontrar el más pequeño cambio a efectuar, que no suponga ningún tipo de resistencia, y que sumado a pequeños cambios sucesivos termine por conducir al gran cambio. De esta forma, además de hacer posible y más fácil el logro de un verdadero cambio de la situación problemática, se reduce en gran medida la ansiedad y la sensación de impotencia inicial. También se imprime así, desde el punto de partida, una gran dosis de confianza relativamente al éxito final.
Llegado a este punto, al menos aparentemente, todo esto es muy lógico y simple y tampoco parece una tarea que necesite de la intervención de alguien especialmente preparado. Sin embargo, la capacitación necesaria para la aplicación de las técnicas capaces de transformar lo complejo en algo aparentemente simple supone un riguroso y metódico entrenamiento y, además, es indisociable de la capacidad de utilizar modalidades de comunicación adecuadas a cada persona o grupo, a cada contexto especifico y sobretodo orientadas al objetivo a alcanzar.
Para lograr resultados en corto espacio de tiempo se recurre a técnicas que se basan en criterios de lógica no ordinaria, tales como: La técnica del “cómo empeorar”, la “técnica del escalador” y la técnica del “escenario más allá del problema”.
En conclusión, un experto en Comunicación y Problem Solving Estratégico no es un terapeuta y, por lo tanto, no se ocupa en “curar” patologías. Se trata de un profesional que ha seguido un entrenamiento metódico a través de un Modelo de intervención que fue desarrollado bajo un riguroso método científico, empírico-experimental, y que tiene como objetivos desbloquear las situaciones problemáticas e inducir a la acción de cambio, facilitando el inicio del recorrido de self-help, reforzando la autonomía de los individuos y de las organizaciones para que estos adquieran una mayor capacidad de ocuparse estratégicamente de la resolución de sus eventuales dificultades futuras, en el ámbito de la interrelación humana.